Una reciente publicación científica (*), investigó si la obesidad infantil y adolescente predice la obesidad del adulto.
Uno de los problemas más destacados de la salud pública en el siglo XXI es la alta incidencia de la obesidad infantil y adolescente. Y debido a que esta enfermedad a temprana edad podría ser un predictor de morbilidad en la edad adulta, es muy importante la identificación temprana de los menores en riesgo.
De acuerdo con esta investigación, cuyos autores son cuatro investigadores de las universidades de York y Londres (Reino Unido), la obesidad suele persistir desde la adolescencia hasta la edad adulta y se asocia con un mayor riesgo de enfermedad en los adultos.
Concretamente, se halló que alrededor del 55% de los niños obesos pasan a ser obesos en la adolescencia, y un 80% de los adolescentes obesos todavía será obeso en la edad adulta. Sin embargo, aclaran que el 70% de los adultos obesos no lo eran en la infancia o la adolescencia, por lo que tratar la reducción de esta patología exclusivamente en los niños obesos o con sobrepeso necesita ser considerada cuidadosamente, ya que puede no reducir sustancialmente la carga global de la obesidad en adultos.
Específicamente, este trabajo encontró, luego de analizar estudios publicados entre enero de 2007 y junio del 2013, que el IMC en la adolescencia se asoció con un aumento de la incidencia de la diabetes del adulto (31%), enfermedad coronaria (22%) y una variedad de cánceres (20%).
(*) "Predicting adult obesity from childhood obesity: a systematic review and meta-analysis" - Obesity Reviews (2016)
FUENTE: Red Informática de Medicina Avanzada (RIMA.ORG)
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